El periodismo es una profesión que conlleva una serie de valores y obligaciones por parte de sus profesionales, no se puede hablar de comunicación ética sin tenerlos en cuenta, aunque últimamente estos valores son sobrepasados por otros.
Esta profesión debería tener una orientación social, debería tratar los problemas importantes de nuestro mundo de forma objetiva, realista, sin recurrir al sensacionalismo, no hace falta que ocurra una catástrofe o un hecho esperpéntico para saber que hay problemas sin solucionar bastante graves y poder hablar de esto.
Pero claro, esta utopía no puede realizarse tan fácilmente, no puede criticarse simplemente la estructura de los medios sin tener en cuenta quien crea esa estructura, y a qué se debe esta. La gente busca novedad, actualidad, sucesos llamativos, titulares impactantes, fotos que te dejen con la boca abierta… y un periódico no puede salir de la nada, ahora no hay nada que sea gratis.
Los medios dependen de las empresas, y dicha estructura los condiciona gravemente, si un cotilleo da mayor audiencia que el tema de la pobreza en África, los medios atenderán a este. Se forma el sensacionalismo, nada más hay que encender la televisión para darse cuenta de que significa esto, o leer una revista del corazón. Además, en los periódicos cada vez se usan diferentes formas de llamar la atención para ganarse al público, en lugar de preocuparse de su tarea principal: informar.
Los medios deberían ser independientes frente al poder político y frente a otros poderes económicos y empresariales que pretenden imponer sus condiciones o ejercer presiones para beneficiarse a sí mismos, pero esto es imposible, se pretende sacar beneficios de estos, cuando en realidad se tendría que cambiar al público y a sus intereses. Pero para que esto fuera posible, para que llamaran la atención reportajes y noticias que tratasen los problemas sociales y que dieran prioridad y relevancia a todo lo que pasa en el mundo, aunque esto no fuera noticia, deberíamos preocuparnos de todo lo que pasa en realidad, y no aceptar las convenciones marcadas, aquellas que crean un periodismo hipócrita, que hablan de política de una forma incompetente, de opiniones de “gente importante”, se tendría que acercar el periodismo mucho más a la vida cotidiana, a los personajes que tienen los verdaderos problemas.
Un ejemplo de estas críticas es el que nos explica Kapuscinski, "Para ejercer el periodismo ante todo hay que ser buena persona" “Los cínicos no sirven para este oficio”. Él critica y denuncia el empobrecimiento del periodismo, se ha pasado de buscar la verdad a toda costa a crear un instrumento de poder político, de búsqueda de intereses.
Esta profesión debería tener una orientación social, debería tratar los problemas importantes de nuestro mundo de forma objetiva, realista, sin recurrir al sensacionalismo, no hace falta que ocurra una catástrofe o un hecho esperpéntico para saber que hay problemas sin solucionar bastante graves y poder hablar de esto.
Pero claro, esta utopía no puede realizarse tan fácilmente, no puede criticarse simplemente la estructura de los medios sin tener en cuenta quien crea esa estructura, y a qué se debe esta. La gente busca novedad, actualidad, sucesos llamativos, titulares impactantes, fotos que te dejen con la boca abierta… y un periódico no puede salir de la nada, ahora no hay nada que sea gratis.
Los medios dependen de las empresas, y dicha estructura los condiciona gravemente, si un cotilleo da mayor audiencia que el tema de la pobreza en África, los medios atenderán a este. Se forma el sensacionalismo, nada más hay que encender la televisión para darse cuenta de que significa esto, o leer una revista del corazón. Además, en los periódicos cada vez se usan diferentes formas de llamar la atención para ganarse al público, en lugar de preocuparse de su tarea principal: informar.
Los medios deberían ser independientes frente al poder político y frente a otros poderes económicos y empresariales que pretenden imponer sus condiciones o ejercer presiones para beneficiarse a sí mismos, pero esto es imposible, se pretende sacar beneficios de estos, cuando en realidad se tendría que cambiar al público y a sus intereses. Pero para que esto fuera posible, para que llamaran la atención reportajes y noticias que tratasen los problemas sociales y que dieran prioridad y relevancia a todo lo que pasa en el mundo, aunque esto no fuera noticia, deberíamos preocuparnos de todo lo que pasa en realidad, y no aceptar las convenciones marcadas, aquellas que crean un periodismo hipócrita, que hablan de política de una forma incompetente, de opiniones de “gente importante”, se tendría que acercar el periodismo mucho más a la vida cotidiana, a los personajes que tienen los verdaderos problemas.
Un ejemplo de estas críticas es el que nos explica Kapuscinski, "Para ejercer el periodismo ante todo hay que ser buena persona" “Los cínicos no sirven para este oficio”. Él critica y denuncia el empobrecimiento del periodismo, se ha pasado de buscar la verdad a toda costa a crear un instrumento de poder político, de búsqueda de intereses.
Hay que describir el mundo tal como es, preocuparse por los demás. No debe buscarse el espectáculo, y este es el problema central que nos ocupa hoy, nosotros debemos de cambiar la opinión, nosotros debemos saber que temas tratar y cómo hacerlo. Para terminar solo quería poner un ejemplo que evidencia esto:
El tema es el del aborto, es un tema de actualidad, tratado por los medios, pero desde qué perspectiva? ¿Qué explican en realidad?Cuando buscamos el tema encontramos titulares como: "El aborto resta aliados a ZP y une a la derecha más dividida" o "PNS propone un cambio en la ley de Salud que posibilita el aborto en Navarra".Sabemos que intentan cambiar las leyes, que hay tanto aprobación por un lado como rechazo por otro, que sufren críticas desde distintos grupos, etc.Pero, ¿dónde nos informan de los reales sentimientos de la madre? ¿De los problemas que encuentran para abortar en caso de que quieran? ¿Dónde nos explican otras soluciones?¿No es eso más importante que saber quien está en contra de la nueva ley? puede que eso sea interesante, pero en casos como este, los sentimientos y problemas de la gente son más graves y esto no es casi nunca tratado. A este tipo de periodismo me refiero, ¿por qué hoy en día se da más importancia a todo eso que a los problemas reales de personas como nosotros?
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